CAMINO DEL NORTE
Una vez hemos completado con éxito el CAMINO DEL NORTE desde Irún hasta Santiago, me gustaría comentar algunos temas a modo de resumen de la ruta.
Durante el tiempo que ha durado esta historia, he intentado contar en este "cuaderno de bitácora", lo que estábamos viviendo a diario, Adolfo y un servidor y reconozco que ha sido para mi, tan entretenido escribirlo, como hacer las propias etapas, es más, durante el día había momentos que iba pedaleando y pensando en contar esto o aquello. Ha sido sin duda, otro reto añadido, a la propia ruta, sobre todo, el llevar el "cuaderno" a diario y claro intentando no aburrir.
Reconozco que ha sido difícil, porque lo que hacíamos todos los días era muy parecido, pedalear, pedalear y un poco más de pedalear.
Como ya decía en la primera entrada del blog, antes de salir de Irún, si a alguien le puede servir lo escrito por aquí, para una ruta futura o se ha sentido de alguna manera involucrado por esta historia, ya me doy por satisfecho.
Como idea general me quedo con que pedalear el CAMINO DEL NORTE ha sido una EXPERIENCIA MUY CHULA.
Tenemos claro que no lo hemos hecho en el mejor momento del año, (nosotros no podíamos en otro), pero si acompaña la climatología como nos ha pasado a nosotros, que solo hemos tenido dos días malos, (uno de lluvia y otro de "huracán"), que nadie que tenga oportunidad, lo dude ni un instante y que se embarque a ello, para nosotros ha sido un PASÓN.
En el apartado de agradecimientos, los primeros, sin lugar a dudas son para mi familia, Goigo y Fernán, desde Graná y Esther desde Sevilla, que me han apoyado y empujado desde el primer momento que les dije que quería hacer de nuevo otro "camino" y hasta ahora que lo he terminado. GRACIAS, GRACIAS y mas GRACIAS.
El siguiente protagonista, sin duda debe ser Adolfo, mi hermano, que ha sido mi compañero de aventura en esta ocasión, con el que he convivido 24 horas durante 15 días seguidos. Nos hemos reído mucho, hemos sudado en cada una de las cuestas que nos encontrábamos, hemos compartido el despertar y el dormir de cada día, con todas las comidas correspondientes y también hemos filosofado de mil y un temas, de casi todo diría yo. Los que montan en bici ya saben que pedaleando se piensa mucho y claro por supuesto hemos pedaleado cada día unas cuantas horas, pero sobre todo hemos vivido esta aventura, con muy buen rollo, por todo ello, ¡¡GRACIAS ADOL!!.
Me gustaría agradecer también a todos los que nos habéis acompañado a diario, entrado a este "cuaderno de bitácora", mientras ha durado la ruta, ya sea por amistad, por familia o simplemente por curiosidad.
En este apartado, habéis sido muchos los que tengo que nombrar, si olvido a alguien que me perdone, pero que recuerde, os habéis puesto en contacto con nosotros de una manera u otra: Mi madre (todos los días), Alfonso Puerta, Antonio "Fiti", Quique González, Miguel Ángel Moreno, Antonio del Pino, Manolo Criado, Lucila Cano, Antonio Muñoz, Carlos García E., Pablo Pérez, Víctor Cano, Jorge Chica, Víctor Bernier, Juan Machado, Ana Mayordomo, Juan Luis Rodríguez, Pedro Jaime, Pedro López, Rafa Doña, Trini Hdez (mi hermanita), Joaquín y Miguel Barbero, José Ignacio Rabaza, Jorge Barbero, Igor y también varios "anónimos", que enviaron algunos comentarios.
A todos, daros las GRACIAS, porque hemos notado que nos habéis acompañado, como si vinierais con nosotros, además de darnos desde la lejanía, la gasolina para la etapa de cada día.
Ver que hemos tenido casi 2000 visitas en solo 15 días, ha sido muy gratificante porque son muchas más de lo esperado en un principio, algo habremos hecho "medio" bien, para ello.
Como resumen de algunos datos podría decir que:
- La etapa más cómoda fue la que hicimos entre Zarautz y Bolibar.
- La etapa más dura la que hicimos entre Lourenzá y Miraz.
- El tramo más duro de camino sin asfalto, fue el que hicimos entre Bolíbar y Bilbao, justo después de Lezama.
- El tramo mejor de camino sin asfalto, es muy difícil de decidir, pero quizá la senda costera de los acantilados de Langre.
- El mejor tramo parcial de todos, sin duda fue la salida de Bilbao hasta "La Arena", por un carril bici de 28 kilómetros, muy cuidado y muy bien trazado, una auténtica pasada.
- Quizá la única pega haya sido, los muchos kilómetros por la N-634, que nos ha acompañado algunos días, sobre todo desde Ribadesella.
Sobre los alojamientos:
- El mejor alojamiento sin duda fue el de Lourenzá y el de Zarautz.
- El peor alojamiento, fue el Hostel de Santander, aunque muy bien situado en el centro de la ciudad, estaba bastante regular.
- El alojamiento más curioso, fue el Albergue de Cóbreces, lo más parecido a una casa del terror, pero que se estaba bastante bien.
Como gran cambio de mi primera peregrinación, es que ya no se lava a diario la ropa a mano, como yo hice y vi hacer a todos los peregrinos nada mas llegar a cada albergue en 2014, ahora se pone una lavadora-secadora, que hay en el 90 % de los albergues, aunque siempre es de pago, por lo que esto ha mejorado bastante en estos 6 años.
Respecto a la logística de todo lo que hemos llevado en las alforjas, he comprobado que el equipaje ha venido casi perfecto. Tan solo he echado en falta tres cosas: un pequeño candado para las taquillas, un "corta-bridas" y una pequeña botella de aceite de oliva, que por aquí escasea un "mucho".
Por el contrario, de lo llevado en la alforjas y que no he utilizado, tengo la sábana bajera que en la Vía de la Plata era fundamental, el saco de dormir que solo lo he usado un día y la ropa de corta de ciclismo, que como me comentó Igor, la he traído de paseo, sin usarla ni un solo momento.
También me gustaría incluir en este resumen, un apartado geográfico, porque hemos pasado 4 comunidades autónomas, País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia, bastante curioso que cada una tiene su propio paisaje distinto a las otras.
En las cuatro comunidades nos han tratado de PM, todos los días, ni una sola pega con nada, solo quizá hemos notado que cuanto más cerca estaban los albergues del final, menos servicios tenían, puede ser por la situación sanitaria o porque en estos albergues tienen siempre a peregrinos.
Sobre los datos de las etapas, he sacado los totales y la media de los 13 días de ruta:
- 817.52 kilómetros en total, que corresponde a 62.9 kilómetros de media diaria.
- 63 horas y 7 minutos en total, que corresponde a 4 horas y 51 minutos de media diaria.
- 12148 m desnivel acumulado en total, lo que corresponde a 934 m de media diaria.
No puedo olvidar algo fundamental y que en su día ya me dijo el "sabio" de Rafa Palacios, llegar es importante, pero cada momento del camino lo es aún más. Así lo hemos hecho, al pie de la letra, disfrutar cada momento de cada día.
Respecto a la situación sanitaria actual, con el consiguiente estado de alarma, toque de queda y demás situaciones excepcionales que nos han estado persiguiendo, comentar que las noticias ha ido un día por detrás nuestra. Por ejemplo en Asturias, donde por unas horas pudimos salir del cierre de la comunidad. Lo mismo nos ha pasado en Santiago que cerraban la ciudad el día que llegamos y menos mal que hemos podido salir. Solo en Gijón tuvimos un problema que salvamos según las indicaciones de la policía local, con unos kilómetros en taxi.
Todo este proceso, de las noticias que nos llegaban ha sido un poco agobiante, sobre todo por si estábamos actuando mal, pero como ya comentamos en otra entrada, nosotros hemos sido 200 % consecuentes con la distancia interpersonal, con el uso del gel hidroalcohólico y con no tocar casi nada. De hecho volvemos a casa sanos y fuertes como una rosa.
Por último no me queda más remedio que comparar de modo genérico, los dos caminos en bici que yo he completado, la Vía de la Plata (2014) y el Camino del Norte (2020).
Cómo bonito, con lugares "chulos" para ver y sobre todo por paisajes, no tengo duda que ganaría el Camino del Norte que me ha parecido más espectacular, aunque aún recuerdo algunas maravillas de la Vía de la Plata, como por ejemplo Mérida o Salamanca. A favor de la Vía de la Plata, tendría que sus caminos son mucho más ciclables, con mucho menos asfalto.
Y ahora sí que termino, dando las GRACIAS a cualquiera de los que habéis leído alguna de estas letras, espero que nos volvamos a leer en otra futura aventura.
FIN
P. D.: Ahhh, acordándome del consejo de Quique, he aguantado de nuevo, todo el camino sin afeitarme, menos mal que pronto espero llegar a casa, jejejeje